La admiración del público en un mundo como el nuestro solo puede conseguirse a través de la creatividad, cada vez mayor, de los artistas de la fotografía contemporánea
Con el paso del tiempo, como ocurre con todas las artes, se ha arraigado en la fotografía contemporánea la necesidad de innovar. Con cada instantánea que se toma, surge uno de los mayores problemas para un fotógrafo: cómo no repetirse, cómo crear algo nuevo, cómo innovar con su trabajo. Básicamente es la necesidad de desarrollar la creatividad.
La carencia de inventiva es uno de las mayores barreras que existe para cualquier artista, pues la inspiración no puede forzarse. El miedo a la página en blanco puede llegar a causar una ansiedad enorme a muchos escritores. Algunos profesionales aseguran que puede entrenarse la imaginación con trabajo continuo y la formación y aprendizaje correctos. Otros prefieren dejar que las musas les guíen a la hora de crear sus imágenes y cuando lleguen, llegarán. Cogen su cámara, salen a la calle y se dejan guiar por sus instintos.
Lo que queda claro es que la capacidad de generar nuevas ideas es esencial en la vida de un fotógrafo profesional. La forma de ver las cosas te cambia cuando eres consciente de que has de captarlo a través de tu objetivo. El mundo entero se reduce a la toma que hagas de ese instante, y por eso, poco a poco y con el avance de las nuevas cámaras fotográficas, ha cambiado la percepción de la realidad.
Y ante todos los cambios de la sociedad, a pesar de que la fotografía tenga a sus espaldas cerca de dos siglos de historia, los nuevos artistas siguen encontrando la forma de fascinarnos. Con el avance de las nuevas tecnologías se ha mejorado la calidad de la imagen. Pero es la forma de fotografiar la que más sorprende estos días. Los fotógrafos contemporáneos, con una calidad nunca antes vista en sus manos, tienen el desafío de encontrar nuevas formas de concebir cada instantánea.
En la fotografía contemporánea se han creado géneros y subgéneros para englobar todos los tipos de creaciones que han ido surgiendo con el paso de los años. Desde la fotografía narrativa hasta los autorretratos, todas las formas de captar imágenes han sido desarrolladas, reinterpretadas y reanalizadas Siempre hay quien consiga dar una vuelta de tuerca más al arte fotográfico.
Los retratos, autorretratos, paisajes e incluso las fotografías cotidianas ya son un habitual en la memoria de las personas. Todo el mundo ha sido testigo o protagonista de alguna que otra fotografía como ésta en su vida diaria. Algún familiar con aspiraciones de artista siempre ha encontrado la oportunidad de tomarnos desprevenidos y retratarnos con su cámara. Pero en la actualidad lo que más puede sorprender al público es la fotografía narrativa que predomina en publicidad, la fotografía conceptual que plaga los museos y las obras de artistas y los retratos y autorretratos que dan una visión diferente a lo que suele asociarse con éste tipo de fotografía.
Fotografía narrativa: lo mismo pero diferente
La fotografía contemporánea narrativa, como realmente todos los tipos de fotografía, cuenta una historia. Debe ser una historia factible. Es decir, que pueda llegar a ocurrir en la realidad. Suelen tratarse de composiciones sencillas, fáciles de entender, pero con una profunda carga sentimental. La historia se intuye de una forma mucho más descarada. Te presenta un protagonista (que puede ser un animal, persona u objeto), en un momento del día (que puede ser al amanecer, a la hora de la comida, por la noche…), en un lugar determinado en el que predomine una emoción. El último elemento es, sin duda, el más importante, porque como sabemos, las historias guían los sentimientos y las emociones del espectador. Por ello, es imprescindible que para que sea una imagen narrativa la fotografía cuente una emoción. Así, las imágenes suelen convertirnos en seres empáticos con aquellos elementos que retratan: pena, admiración, ternura, confort. Uno de los tipos de fotografía narrativa más abundante es la street photography, en la que se toman imágenes de la calle y de las personas que transitan en ella.
La fotografía conceptual: lo particular en lo general
En la fotografía contemporánea conceptual el secreto está en, aunque parezca absurdo al principio, encontrar de primeras el concepto que queremos transmitir con nuestra fotografía. Se busca conmover con la imagen, por supuesto, pero lo principal del mensaje de la imagen será el concepto que queramos transmitir. Normalmente para ello se utilizan composiciones algo peculiares, diferentes a la realidad que vivimos. Podemos encontrarnos con escenas algo distintas a una fotografía narrativa. Exageraciones, elementos fantásticos, detalles demasiado subrayados y composiciones que pueden dejar sorprendido a aquel que mire la obra son algunas de las características que protagonizan las imágenes conceptuales.
En la fotografía conceptual es indispensable que el espectador sepa relacionar la imagen con el concepto. Es precisamente ésta su finalidad. Chema Madoz es uno de los mejores artistas en este campo.
Retratos y autorretratos
Algunos autores de fotografía contemporánea han buscando marcar la diferencia. Para ello no han tenido más necesidad que la de reinventarse, no solo con respecto a su propio trabajo sino con el de sus compañeros de profesión. Por ello algunas de las formas más antiguas de fotografía como el retrato y el autorretrato han dado un giro completo. De hecho es muy probable que si comparamos el trabajo de un fotógrafo de retratos del siglo XIX y uno de ahora no tengan absolutamente ningún parecido. Es, probablemente, uno de los campos de la fotografía que más ha cambiado con el paso del tiempo. Se busca siempre cambiar algún elemento, darle un toque innovador a lo que se está haciendo. En algunos casos, la fotografía roza el surrealismo en un proceso onírico de algunos autores que te sumergen, a través de retratos, en su propio y personal mundo.
Cada autor busca su propio lugar, un espacio único en el que él y su obra compongan algo nunca antes visto. Un trabajo difícil en un mundo en el que está ya prácticamente todo inventado. La creatividad de la fotografía contemporánea es la única salvación de algunos creadores que, día a día, siguen sorprendiendo, superando sus propios límites y consiguiendo algo que en un mundo como el nuestro parece una hazaña épica: sorprender.
