Fotografía culinaria, claves para la repostería

Los mejores tips a la hora de realizar fotografía culinaria

Hace un tiempo os dimos las principales claves a la hora de llevar a cabo la fotografía culinaria, un ámbito que en la actualidad está en auténtico auge. Hoy profundizamos un poquito más para hablar en concreto de la repostería. ¿Cómo fotografiar postres de la forma en que nos resulten más apetecibles? ¡Si te quedas con nosotros te lo contamos!

Iluminación

Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de preparar una fotografía culinaria es, una vez más, la iluminación. Como hemos dicho en varias ocasiones, siempre que podamos utilizar luz natural, lo haremos. Si vamos a trabajar en un interior, en la medida de lo posible nos colocaremos cerca de una cristalera o ventanal.

Siempre que podamos cubriremos esa fuente de luz con una cortina, de forma que ésta no incida directamente sobre el sujeto a fotografiar, sino que quede tamizada. Esto resulta especialmente interesante si desarrollamos la fotografía en las horas centrales del día, en las que la luz es muy dura y puede producir grandes sombras que estropeen el resultado final.

En el caso de no disponer de luz natural, recurriremos al flash siempre y cuando lo hagamos rebotar para conseguir una luz difusa. También es recomendable el uso de un reflector, que puede ser una simple cartulina blanca. No obstante, si disponemos de una zona exterior como por ejemplo un jardín, podemos optar por fotografiar al aire libre.

Fotografía culinaria: ejemplo trabajo de Helene Dujardin
Helene Dujardin

Fondo

En fotografía culinaria, es igual de importante el producto como el contexto en el que se expone. Debemos situarlo en un lugar decorado para la ocasión. Nunca fallan los colores suaves o aquellos que suponen un gran contraste con el producto. De la escena eliminaremos todos aquellos elementos redundantes, no podemos olvidar que el protagonista de la imagen es siempre el producto. De esta forma, aquello que no esté colocado con algún objetivo definido no aparecerá en la imagen final.

Una vez que tengamos claro estas reglas básicas, lo demás dependerá del efecto que queramos conseguir. Por ejemplo, si buscamos un ambiente cálido podemos emplear madera, un material que como podrás observar en las distintas imágenes que aparecen a lo largo del artículo, es muy recurrido por los profesionales.

Fotografía gastronómica: ejemplo de trabajo de Lou Manna
Lou Manna

Composición

Para lograr un resultado más original, evitaremos colocar el producto en solitario en la zona central de la composición. Si lo hacemos, procuraremos que esté acompañado por otros productos o que la decoración del escenario sea la adecuada para que la fotografía no parezca aburrida.

Tenemos dos interesantes alternativas; por una parte el espacio negativo y por otra la regla de los tercios. El espacio negativo tal vez no sea la mejor opción a la hora de llevar a cabo fotografía culinaria, ya que generalmente el producto aparece en un extremo de la imagen y no se muestra en su totalidad. Por ello, recurriremos a colocarlo o bien en el lado derecho o bien en el izquierdo del encuadre. 

Un truco que suele quedar siempre bien es incluir el producto ya cocinado junto con los ingredientes naturales con los que se ha elaborado. Por ejemplo, en el caso de querer fotografiar un desayuno formado por una porción de tarta de canela y una taza de chocolate, podemos colocar una ramita de canela o unos granos de cacao en algún lugar de la composición.

Fotografía culinaria: trabajo de Martí Sans
Martí Sans

Perspectiva

A la hora de hacer la fotografía, si son varios elementos mantendremos solo algunos enfocados. Si queremos enfocar únicamente el que se encuentra en primer plano utilizaremos una apertura amplia, pero también podemos realizarlo a la inversa para conseguir otro efecto diferente. Esto siempre va a depender del equilibrio que le queramos dar a la imagen y dónde nos interese más situar el centro de atención.

También hemos de tener en cuenta que cuanto más nos acerquemos al producto, mejor reflejaremos la textura del mismo y más apetecible le resultará al a espectador. También podemos, por ejemplo, abrir el pastel y mostrarlo por dentro.

Tenemos que movernos para lograr la perspectiva adecuada, subirnos a una escalera para fotografiar desde arriba, agacharnos, ponernos a un lado… No olvidemos que muchas veces fotografiando simplemente de frente le quitamos todo el volumen y el resultado final de la fotografía es demasiado plano.

Fotografía culinaria: ejemplo de trabajo de Matt Armendariz
Matt Armendariz

Creatividad

La creatividad es el ingrediente final en esta receta para realizar una genial fotografía culinaria. El secreto está en probar y probar hasta dar con la tecla exacta. Hacer lo mismo que los demás no nos hace especiales. ¡Anímate a experimentar!

Fotografía culinaria: ejemplo de trabajo de Rick Souders
Rick Souders

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