El vestuario de Frida Kahlo marcó su forma de ser y nos hace comprender su estilo de vida y su mentalidad
Magdalena Carmen Frida Kahlo Calderón fue una famosa pintora mexicana, anteriormente ya hemos hablado de ella en el artículo los 10 mejores fotógrafos norteamericanos del siglo XX. Allí, la podemos ver tal como era: una mujer mestiza, morena, artista y discapacitada.
Su vida estuvo marcada por contraer poliomielitis (polio) con tan solo 6 años y, más tarde, por un grave accidente a los 18 años, que la mantuvo postrada en cama durante largos periodos de tiempo, teniéndose que operar hasta 32 veces.
El tema principal de su obra gira en torno a su vida y a su propio sufrimiento. Realizó aproximadamente unas 200 obras, principalmente autorretratos, en los que proyectó sus dificultades por sobrevivir.
Sus trajes han marcado su forma de ser y su estilo. La pintura no era su única vía de expresión. Su vestuario, los complementos y el maquillaje también lo fueron. Hasta 2004 no se sabía de la existencia de trajes y pertenencias en la casa de Frida. Más tarde se descubrió que estaban encerrados bajo llave en la Casa Azul (su hogar en Coyoacán, Ciudad de México).
La exposición, titulada ‘Frida Kahlo: Making Her Self Up’, recoge el guardarropa más importante de la creadora mexicana para mostrar el valor que jugó el vestuario en la configuración de su imagen, y sobre todo, cómo utilizó la ropa para resaltar sus rasgos y disimular su discapacidad.
El vestuario habitual de Frida Kahlo
Uno de sus atuendos favoritos eran los vestidos de Tehuantepec, una región al sureste de Oaxaca, dirigida principalmente por mujeres, es decir, matriarcal. La vestimenta típica era el traje de Tehuana, formado por tres partes: un huipil o blusa geométrica, una falda larga con enaguas, y un tocado floral que a menudo se complementaba con pendientes y collares.
Frida, conjuntaba sus trajes de oaxaqueña con encajes, puñetas españolas y tafetanes europeos heredados de la familia de su padre, de origen alemán. Fue una gran precursora del estilo vintage, ya que, como hemos señalado, su vestuario se componía de prendas antiguas mezcladas con piezas de la época.
Habitualmente utilizaba las faldas largas y voluminosas para esconder su cojera provocada por una pierna ortopédica que usaba para andar y en la que, a menudo, plasmaba su arte decorándola.
Además, utilizaba muchos accesorios y desarrolló una técnica para destacar algunas zonas y hacer que otras pasaran desapercibidas, reinventando así la principal función de los ornamentos. Sus míticos anillos y joyas XL, la mayoría de creación propia, la convirtieron en una de las pioneras de la época en sustituir la bisutería pequeña por joyas extra grandes.
La influencia de Frida Kahlo en la moda
Frida ha sido, es y será un referente en moda. Muchos diseñadores han basado varias de sus colecciones en su imagen.
Algunos de ellos como Jean Paul Gaultier, Dolce & Gabbana, John Galliano, Alexander McQueen, Moschino o Karl Lagerfeld han revivido y reinventado sus estilismos sobre la pasarela.
Además, la figura de Frida Kahlo ha inspirado al movimiento feminista y la cultura popular que han querido rendirle incontables homenajes a una mujer que significa mucho más de lo que aparenta.
