Las sesiones TFCD y cómo prepararlas
Como ya hemos hablado en numerosas ocasiones, la preparación de un portfolio profesional es esencial a la hora de adentrarte al mundo laboral. Muchas veces, la falta de experiencia, contactos y recursos puede hacer de esta tarea un verdadero infierno. Por eso, una de las formas más comunes e interesantes de empezar a crear contenidos para tu portfolio como fotógrafo profesional es realizando sesiones de intercambio o TFCD.
La principal clave de este tipo de sesiones tienen su particularidad en que se llevan a cabo sin una remuneración económica de por medio, sino por el propio trabajo. Así, tanto modelos como fotógrafos, maquilladores y estilistas pueden llevar a cabo un trabajo común con el único beneficio de engrosar su experiencia y potfolio. Por supuesto, es una forma de conocer a profesionales y apasionados del mismo sector.
Desde la escuela, siempre fomentamos que nuestros alumnos comiencen a construir su portfolio desde el minuto uno, primero durante las clases, en las que realizamos numerosas prácticas que más tarde pueden mostrar en sus redes sociales, y más tarde entre ellos o incluso con alumnos de las escuelas de maquillaje y estilismo. Esta es una forma de llevar a cabo sesiones TFCD dentro de la escuela, pero por supuesto cuando salen de las aulas les animamos a llevar a cabo sesiones de este tipo con profesionales desconocidos. Es una forma de aprender también trabajar con personas nuevas y profesionales diferentes con trayectorias de todo tipo.
Con este tipo de sesiones, no solo conseguirás reunir un mínimo de trabajos fotográficos que puedas enseñar a un cliente a la hora de realizar una entrevista, sino que además te dará tablas para el mundo profesional, en el que no siempre conoces el equipo con el que vas a trabajar. En este artículo vamos a profundizar en este tipo de sesiones, de forma que sigue leyendo para saber cómo funcionan, cómo puedes organizar tu propia sesión y las plataformas más comunes para empezar a hacer contactos.
¿Qué es una sesión TFCD y por dónde empezar?
Como decíamos al principio, se trata de una sesión no lucrativa en la que se intercambia únicamente trabajo profesional. La idea es retroalimentar tanto tu portfolio como fotógrafo, como el del modelo, maquillador o estilista, quienes también buscan fotografías profesionales para abrirse camino en el mundo laboral. Las siglas TFCD significan Time For CD es decir, tiempo a cambio de fotografías (antes entregadas en formado CD). En el momento en que cualquier tipo de remuneración económica entra en juego, deja de ser una sesión de este tipo.
Para preparar de forma adecuada tu sesión deberás tener en cuenta varios aspectos. En primer lugar tienes que encontrar un equipo profesional con el que trabajar. Para ello, lo ideal es acceder a plataformas especialmente dedicadas a poner en contacto modelos, fotógrafos, estilistas, etcétera. El primer lugar al que puedes acudir es a Facebook, ahí encontrarás numerosos grupos a los que unirte y en los que podrás directamente publicar tu propuesta.
También existen páginas webs que están especializadas en este tipo de sesiones, o cuentan con apartados a tal efecto como fotoplatino o litmind en las que encontrarás todos los perfiles que necesites organizados por fichas. De esta forma, tú mismo podrás ponerte en contacto con aquellos que den el perfil que buscas para tu sesión.
A parte de estas dos plataformas, siempre queda la posibilidad de contactar directamente con los modelos o perfiles que necesites por otros medios, ya sea buscando inspiración en portfolios de otros fotógrafos o por recomendación de otros profesionales del sector.
Prepara tu sesión
Una vez que has conectado con el equipo humano necesario para llevar a cabo tu sesión, te recomendamos que la organices previamente para aprovecharla al máximo. Lo primero que debes tener claro es la idea, es decir, el concepto o estilo de fotografía que quieres realizar o lo que quieres comunicar con ello. Y eso será lo que motive al resto del equipo a unirse a tu sesión.
Para formalizar todo el proceso, deberás redactar un contrato en el que se fijen los derechos de todo el equipo y consten por escrito varias cláusulas esenciales para este tipo de sesiones.
En primer lugar, ninguno de los participantes obtendrá beneficio económico, solo profesional. Y en segundo lugar, deberás especificar el uso de las fotografías, dónde permitirás que se publiquen e incluso si autorizas o no que sean modificadas. En internet existen varias plantillas con las que podrás crear tu propio contrato para que lo firmen todos los participantes. En el caso de que los modelos sean menores de edad, serán los padres o tutores legales quienes figurarán en el contrato en su nombre. Además, deberán acompañarles durante toda la sesión.
Si ya tienes el equipo formado, la idea clara y todo el papeleo, llega el momento de preparar la sesión. Debes buscar la localización que se ajuste a tu idea y un mapa mental del tipo de imágenes que buscas. De esta forma podrás organizar el día según las horas de luz que te interesen, teniendo en cuenta los descansos del equipo, cambios de vestuario o retoques de maquillaje y peluquería.
Por último, cuando hayas retocado tus fotografías, o lo haya hecho el retocador que participa en el proyecto, solo queda compartirlas con el equipo. En este punto, es importante señalar que las imágenes son un reflejo del trabajo de todo el equipo y que, por tanto, su autoría debe estar siempre referenciada por equipos. Es decir, independientemente de quién publique la foto, lo ideal es que vaya acompañado de todos los perfiles que han participado en la sesión.
Sin duda, desde Workshop Experience te animamos a vivir esta experiencia tan enriquecedora, porque así no solo tendrás la posibilidad de crear tus propios proyectos y darle vida a tu portfolio, sino también de conocer a otros profesionales del sector, con quien compartir esta pasión.
¿Tú ya te has lanzado a hacer sesiones así? ¡Cuéntanos!
