Descubre los 5 mejores tips para fotografiar comida

Pequeños trucos a la hora de fotografiar comida

La fotografía gastronómica es en la actualidad una interesante salida para el fotógrafo profesional. Sin embargo, en la actualidad ha captado también la atención de miles de usuarios que cada día cuelgan en sus redes sociales imágenes de sus desayunos, comidas o cenas. Tanto si eres todo un profesional, como si simplemente fotografías alimentos por el puro placer de compartirlo con tus seguidores, los siguientes tips para fotografiar comida te vendrán más que bien ¡toma nota!

Pensar antes de actuar

No podemos comenzar a trabajar a lo loco, ya que no disponemos de tiempo suficiente para dejarlo todo a la improvisación. Recordemos que los alimentos son perecederos y pierden frescura según avanzan las manillas del reloj. Es genial contar con la ayuda del estilista culinario, pero es algo que no siempre ocurre. Este profesional tiene conocimientos tanto en fotografía como en cocina, por lo que sabe sacar el mayor partido a los alimentos, además de controlar a la perfección durante cuánto tiempo se puede fotografiar con un buen resultado cada uno de ellos.

Antes de comenzar a fotografiar comida es importante que tengamos en mente una idea inicial sobre cómo vamos a llegar a cabo nuestro trabajo; dónde colocaremos el plato, cómo trataremos la luz, cuál puede ser un buen plano, etc. A la hora de manipular los alimentos, evitaremos hacerlo con la mano; nos valdremos de pinzas y otros utensilios destinados a ello.

Fotografiar comida

Menos es más

No debemos olvidar que la comida debe recabar toda la atención de la fotografía. Para asegurarnos de ello eliminaremos todos los elementos que puedan causar la distracción del espectador, buscando siempre la sencillez. Entre otros aspectos, procuraremos disponer un fondo neutro que no le robe protagonismo a los alimentos.

Escogeremos un mantel liso o con un estampado discreto. Para resaltar los alimentos es interesante que aparezcan sobre un plato o bandeja con un color opuesto en el círculo cromático, por ejemplo verde-rojo o naranja-azul.

Cuidado con la iluminación

Una mala iluminación puede arrastrar todo nuestro trabajo al fracaso más absoluto. Es preferible, como siempre, fotografiar comida con luz natural. Sin embargo, esto no siempre es fácil, ya que si trabajamos en un interior es necesario un gran ventanal por el cual los rayos de sol no entren de forma directa. Intentaremos en la medida de lo posible colocarnos cerca de una ventana con una cortina u otro elemento que se encargue de tamizar la luz.

Para fotografiar comida, lo ideal es que la luz llegue al plato desde un lateral y/o desde atrás. En el caso de utilizar fuentes lumínicas artificiales, nos ayudaremos de elementos como paraguas o softbox para conseguir una luz difusa. En cualquier caso, evitaremos combinar distintos tipos de luz. Por otra parte, las sombras pueden ayudarnos a plasmar la textura de los alimentos, pero un uso abusivo de ellas estropeará la fotografía.

Fotografiar comida

Ojo con el color

El color es uno de los aspectos que más nos llaman llaman la atención de los alimentos. Por ejemplo, si vemos un tomate con un intenso color rojo siempre nos va a resultar más apetecible que otro con tono mucho más apagado. Elegiremos por tanto el primer tomate. Antes de comenzar a fotografiar comida utilizaremos la tarjeta de grises o en su defecto escogeremos la opción del balance de blancos que más nos convenga en cada caso para evitar alteraciones en el color.

Otro consejo es no cocinar demasiado los alimentos, ya que el color queda mucho más tenue. A la hora de fotografiar bebidas oscuras, por ejemplo vino tinto, muchos profesionales recomiendan diluir el líquido con un poco de agua para que el color sea más vivo.

Probar hasta dar con la clave

Si el tiempo nos lo permite tomaremos fotografías desde distintos planos, aunque tendremos en cuenta que el cenital anula el volumen y que se suele conseguir un mejor resultado disparando al mismo nivel que el alimento. En general se fija el enfoque en el punto más cercano a la máquina para que el fondo quede desenfocado.

La experiencia nos irá enseñando pequeños trucos que harán que la comida parezca más apetecible. Por ejemplo, si vamos a fotografiar comida a la parrilla podemos destacar las líneas típicas de este tipo de cocina, si vamos a fotografiar bebidas lo haremos en movimiento cuando se están virtiendo, esparciremos pequeñas gotas de agua para que los productos se vean más frescos y un largo etcétera de pequeñas claves que pueden marcar la diferencia.

Fotografiar comida

¿Algún consejo acerca de cómo fotografiar comida que se nos haya olvidado? ¡Cuéntanoslo!

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