Colorimetría

Colorimetría, qué es y para qué sirve conocerla

Conoce los secretos de la colorimetría

Antes de hablar de la colorimetría indagaremos en el mundo del color desde sus primeros análisis. El color es una percepción, una sensación visual estudiada por ámbitos tan diversos como la física, la química o la psicología. Depende de cada persona, no todos percibimos el color de la misma forma. Por ejemplo, los integrantes de una tribu indígena del Amazonas diferenciarán muchos más matices de verde que un inuit, al que le ocurrirá lo mismo con los tonos de gris.

El color captó el interés de científicos griegos como Aristóteles, según el cual la totalidad de los colores se forman a partir de cuatro elementos: el cielo, el agua, el fuego y la tierra. Ya en el Renacimiento, Da Vinci aumentó los colores básicos con el negro, que asoció a la oscuridad, y el blanco, al que consideró el color principal ya que permite recibir a los demás.

Varios siglos más tarde Isaac Newton ideó la teoría del prisma, que unió definitivamente el color al fenómeno de la luz. Según el ilustrado inglés un prisma es “un objeto capaz de reflejar, refractar y descomponer la luz en los colores del arcoiris”.

El último gran estudioso del color fue sin duda Goethe, que realizó grandes aportaciones como la creación del triángulo de colores primarios que todavía se utiliza en la actualidad o la unión de cada color a las distintas emociones que puede desarrollar el ser humano. Es por ello que hay colores como el amarillo que nos parecen divertidos, el azul lo asociamos a la tranquilidad y los oscuros nos resultan como norma general más tristes.

Podemos definir la colorimetría como la ciencia que estudia las medidas cualitativas y cuantitativas del color. Nos ayuda a medir y combinar los colores según las necesidades de cada momento. Las variables del color son:

  • Luminosidad: cantidad de luz
  • Tono: longitud de onda dominante
  • Saturación: medida en que un color se aleja del gris

Es fundamental conocer las armonías del color. Por una parte encontramos los colores análogos, que serían aquellos próximos en el círculo cromático. Se asocian con la naturaleza y armonizan bien como consecuencia de su similitud. Por otra parte están los complementarios, que son los colores contrarios u opuestos y conforman el máximo contraste. En cuanto a las triadas, son aquellos que conforman un triángulo equilátero, es decir, con sus tres lados y ángulos iguales. Un ejemplo sería la combinación magenta-amarillo-cyan. Además, siempre los colores fríos dominan a los cálidos.

círculo cromático

Otro punto a tener en cuenta es la temperatura de color, que es el dominio de un color del espectro lumínico sobre los demás. Lo podemos controlar con el balance de blancos de nuestra máquina fotográfica, que se mide en grados Kelvin.

Una misma escena nos dará fotografías muy diferentes dependiendo de cómo regulemos este parámetro. Esto es algo que podemos hacer de forma automática cuando no sabemos con certeza cuál es la fuente lumínica. Las otras opciones son tungsteno, fluorescente, flash o luz día. Rangos superiores a 5.000K conseguirán que el resultado de la fotografía tienda a tonos azulados, mientras que con valores menores a 5.000K se consigue un efecto anaranjado.

Esperamos haberte aclarado un poquito más el concepto de colorimetría, ¡atrévete a poner en práctica todos los nuevos conocimientos!

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